Comercio inteligente o cómo aprovechar los datos para aumentar las ventas

Negocios

Los datos que un usuario ofrece a través de sus ordenadores y dispositivos móviles en Internet y, sobre todo, a través de redes sociales, pueden ser usados por los grandes fabricantes de software para enfocar las ventas.

Ventajas

Cuando se habla de ventajas estas son tanto para los vendedores como para los compradores.

Para los compradores, a veces, puede resultar un tanto violento que un vendedor sepa nuestros hábitos, pero es bueno ser consciente de que, gracias al uso de tecnología, que tantas facilidades nos da, también acabamos dando mucha información privada que suele servir a las grandes empresas para otros usos. Sobre todo, cuando se trata del uso de Internet que engloba buscadores, redes sociales, mails. Pero ese es otro tema.

Centrándonos en las ventajas, para un comprador, el desarrollo del comercio inteligente, que aún está empezando, le ayudará a encontrar de una manera más fácil lo que busca. 

Por su parte, para los vendedores, les ayudará a enfocar su actividad a los consumidores adecuados.

Así, dice la Universidad de Arizona, que las aplicaciones enfocadas al comercio online inteligente, tales como el pago a través de smartphones, una técnica que está en proceso de crecimiento y que es algo más extendida en Estados Unidos, presenta grandes oportunidades a los retailers, aunque también desafíos.

El modelo de comercio actual, a pesar de muchas novedades como las ventas por Internet, sigue siendo muy tradicional.Poco ha evolucionado en comparación con otros sectores, desde la llegada de Internet y todo lo que esto conlleva. Dice Joaquim Torres, manager de marketing de producto de Sage Eurowin que “los canales tradicionales son complicados y difíciles de reinventar mientras que los nuevos canales vinculados a las redes sociales y el comercio electrónico crecen exponencialmente y todavía presentan nichos de oportunidad para cualquier sector que quiera extender su actividad”.

Según estudios, los vendedores pueden llegar a perder hasta 93 millones de dólares al año por el stock almacenado, es decir, esos productos que nunca se llegan a vender. En eso quiere ayudar el Comercio Inteligente, en conseguir comprar todo lo que los usuarios adquirirán después y almacenar lo menos posible.

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