Las compañías medianas que buscan invertir en IaaS deben mirar a los MSP

Los proveedores de servicios gestionados (MSP) pueden ser una gran ayuda para las compañías de tamaño medio que buscan invertir en herramientas de infraestructura como servicio (IaaS), tal y como ha afirmado el analista de Gartner, Mike Dorosh.

“La mayoría de los CIO se están enfocando en la transformación digital, creando un negocio digital, modernizando las aplicaciones, migrando a una plataforma consistente en la que puedan desarrollarse y modernizar su middleware”, ha manifestado el analista.

Sin embargo, lo que complica esta migración a las empresas medianas son las habilidades de sus equipos de TI y la inversión a realizar.

“Cuanto menor es una empresa, menor es su personal de TI y más difícil es capacitar a los empleados. Otro problema que afecta a las empresas medianas y su consideración de IaaS es el uso de herramientas. Toda la automatización que se ha desarrollado a lo largo de los años para desplegar o gestionar el entorno de trabajo tiene que ser reescrita o reelaborada para trabajar en diferentes nubes y, además, normalmente estas empresas cuentan con varios proveedores en su infraestructura”.

La mayoría de las empresas medianas buscan contratar a alguien que les ayude a migrar y hacer esa reestructuración para obtener lo mejor de su infraestructura y es aquí donde entran los MSP.

El analista de Gartner ha destacado tres razones por las que los proveedores de servicios gestionados pueden ayudar a los clientes del mercado medio, tal y como recoge CRN: cuentan con el personal capacitado y certificado en la oferta de los proveedores de nube que actualmente están en alta demanda (Amazon Web Services y Microsoft Azure dominan el mercado IaaS); proporcionan automatización, arquitectura y capacidades operacionales para soportar sus cargas de trabajo; y muchos también pueden proporcionar soporte de migración y capacidad de servicios.

Además, los MSP están ayudando a los clientes del mercado de las medianas empresas a lidiar con la complejidad que puede conllevar la migración de aplicaciones a un entorno en la nube.