Caso Amazon-Hachette: casi 1.000 autores en contra del minorista
Varios escritores famosos se han mostrado contra Amazon en la disputa que mantienen con Hachette sobre la reducción de los precios de los libros electrónicos.
Un grupo de cerca de 1.000 autores se han unido para protestar contra Amazon, en su disputa con la empresa editorial Hachette sobre el precio de los libros, y han decidido contratar un anuncio en la publicación estadounidense Times, que se publicó hace un par de días y que se trata de una carta donde se presentan las razones por las que no están de acuerdo con la política de precios de los ebooks de la empresa minorista con sede en Seattle.
Entre otras cosas, el escrito explica que el sueño de Amazon de “dominar el mundo editorial se ha topado con algunos problemas”, como es esta protesta de grandes escritores del panorama estadounidense.
El primero en levantar la voz contra Amazon fue Douglas Preston, un escritor de best-seller que trabaja con la editoria Hachette y que parece haber visto sus ventas caer de forma considerable por la disputa entre la editorial y Amazon. Preston emitió una carta abierta a sus lectores para que se pongan en contacto con Jeff Bezos, CEO de Amazon, para exigirle que dejen de usar a los escritores “como rehenes de sus negociaciones”.
Tras esto, muchos colegas de profesión, entre los que destacan John Grisham y Stephen King, se han unido a la protesta de Preston. Por su parte, Amazon dice que esta carta del escritor es “oportunista” y destaca que aún muchos otros profesionales del sector no se han pronunciado al respecto.
La pasada semana, como se hacía eco ChannelBiz, Amazon publicaba un artículo en su página web oficial sobre los precios de los libros explicando que su tendencia a bajar los precios de sus libros electrónicos era buena para autores, editores y libreros. Y es que, dicen las fuentes de Amazon que precios como 15 o 20 dólares, muy comunes en este sector, “es una cantidad injustificadamente alta para un libro electrónico”.
Para Amazon, en pleno proceso de crecer mucho más allá de la venta de libros, esta publicidad no le conviene, como explica New York Times. De hecho, Amazon se ha visto obligado, por esta controversia, de ignorar su práctica de negarse a comentar nada.