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Ya hacía tiempo que se hablaba de cuál sería la estrategia que seguiría Samsung con el objetivo de ganar cierta independencia del sistema operativo Android. La solución será fusionar su sistema operativo Bada con Tizen, el sucesor de MeeGo, el software surgido de la unión de Nokia e Intel y con el que sólo se lanzó un teléfono del fabricante finés.

A pesar de que Samsung tiene desde hace tiempo su propia plataforma, Bada, sus teléfonos estrella son los basados en el Android de Google, de la gama Galaxy.

Cuando, a mediados del pasado año, Google anunció la compra de Motorola Mobility, muchos expertos comenzaron a especular con la idea de que el fabricante japonés tuviera cierta prioridad por parte del gigante de búsquedas en el sector smartphone y los analistas comenzaron a barajar la idea de que Samsung buscara desarrollar un SO propio y competitivo en el mercado, idea que siguió en mente, aunque Eric Schmidt afirmara que su empresa no daría prioridad al nuevo socio sobre los otros.

Fue Tae-Jin Kang, vicepresidente senior del equipo de planificación de Samsung, quien dijo en una entrevista en el CES que se celebró hace unos días en Las Vegas que “tenemos un plan que fusionará Bada y Tizen“. Según el directivo, aún no se sabe cuando se completará el proyecto pero ya está en marcha.

Según publica Forbes, cuando la integración esté terminada, Tizen podrá integrar aplicaciones móviles del SDK de Bada (kit de desarrollo de software), también de versiónes anteriores del SO, con la idea de que si los desarrolladores saben programar en Bada, también sabrán cómo crear aplicaciones para la plataforma de Intel.

El pasado mes de septiembre, Intel anunciaba su unión con la Fundación Linux y LiMo, para apoyar el desarrollo de Tizen, el nuevo software, código abierto para dispositivos móviles, sustituto de MeeGo y que Samsung sería su socio en el desarrollo del proyecto. La coreana fue una de las principales promotoras del desarrollo de la Fundación LiMo en 2007.