El lucrativo (y creativo) negocio de las tiendas de aplicaciones

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Apple marcó la pauta

App Store, la tienda de aplicaciones de Apple, ha marcado la tendencia del resto de tiendas conocidas que existen en la actualidad. Pero, ¿qué es exactamente una tienda de aplicaciones?, así dicho podría parecer un establecimiento colocado en las principales ciudades del mundo, pero no. Las tiendas de aplicaciones son establecimientos virtuales a los que los usuarios pueden acceder a través de sus teléfonos móviles para comprar nuevos útiles de software para el dispositivo.

La mencionada tienda de Apple, fundada en julio de 2008, fue un éxito y, en menos de un año desde su lanzamiento, el denominado App Store superó las 1.000 millones de descargas de aplicaciones. A finales del año 2009 ya se habían realizado más de 1.500 millones de descargas de aplicaciones para iPhone y iPod Touch. Y, eso no es todo, la consultora Frost & Sullivan ha declarado que se calcula que hacia 2014, sólo en Estados Unidos los smartphones generarán 6.700 millones de descargas anuales desde los distintos mobile app stores.

Todo un negocio que permite a las empresas activas en el sector reembolsarse buenos ingresos por la venta de aplicaciones de una manera rápida y sencilla para sus usuarios. El proceso de compra-venta no es difícil. Los mismos dispositivos telefónicos ofrecen un acceso directo a la ‘tienda’ donde adquirir y descargar las aplicaciones que uno quiere añadir a su teléfono.

Para las compañías supone un negocio lucrativo y fácil, ganan el 30% de las ventas totales por ofrecer productos casi siempre desarrollados por terceros, mientras que para los usuarios es cómodo y entretenido y para los desarrolladores es una plataforma donde comercializar sus creaciones: los desarrolladores se quedan con alrededor del 70% de las ventas de sus productos.

Las más populares

La tienda de Apple fue pionera en el negocio y actualmente la más grande y más exitosa entre los clientes: cuenta con unas 300.000 aplicaciones disponibles y se calcula que hasta el momento se han realizado 7.000 millones de descargas. Se dice rápido, pero supone unos buenos ingresos para la empresa de Steve Jobs.

Google, como es usual en la guerra por conseguir el mayor poder posible, se apuró tras ver el éxito que Apple estaba teniendo con su idea y cuatro meses después del lanzamiento de la App Store, consiguió lanzar su propio servicio de venta de software para Android, denominado Android Market, primero en Estados Unidos y unos meses después comenzó la expansión a otros países, comenzando por Reino Unido.

Windows Mobile fue el siguiente, como era de esperar, en el mes de noviembre con su Windows Marketplace y que fue sustituido por el actual Windows Marketplace for Mobiles en octubre de 2009, el mismo día del lanzamiento de Windows 7. En febrero de este año 2010, con el lanzamiento de la nueva generación de dispositivos móviles de la compañía creada por Bill Gates, Windows Phone 7, se lanzó una nueva plataforma para la descarga de aplicaciones: Windows Phone Marketplace.

Por ahora, Windows Phone Marketplace sólo cuenta con unas dos mil aplicaciones para ofrecer a los usuarios. Una cantidad mucho menor que las aplicaciones que ofrecen otras empresas como las mencionadas, pero hay que tener en cuenta que el número de usuarios de los teléfonos de Microsoft frente a otras empresas, también presentan una gran diferencia.

Por su parte, Palm también se adentró en este mercado por el año 2008, concretamente en diciembre, pero fracasó. Aunque al poco de su inauguración ya disponía de cinco mil aplicaciones a la venta, cerró el negocio y poco después, conjuntamente con HP volvió a la carga lanzando el App Catalog que aún está disponible y que cuenta con un proyecto dedicado al Open Source, para promover el código abierto también en este mercado.

Otras de las más famosas plataformas de compra-venta de aplicaciones han sido desarrolladas por RIM para su Blackberry y por Nokia. La tienda del primero se llama App World y la de la compañía finlandesa es Ovi Store. Ambas fueron inauguradas a mediados del pasado año 2009 y ambas han conseguido hacerse con una gran cantidad de aplicaciones que poner a la venta.

Un negocio fácil y rentable

Normalmente, las aplicaciones que las mencionadas compañías de telefonía móvil ofrecen suelen ser desarrolladas por terceras personas. Muchos adictos a la informática han encontrado un amplio espacio en el que poder comercializar sus creaciones que pueden ir desde enrevesados juegos hasta algo tan simple como la imitación, en la pantalla de un iPhone, del timbre de una recepción.

Las cuotas, que varían de una empresa a otra, no son muy caras para los usuarios, e incluso hay muchos contenidos gratuitos, pero lo que de verdad da dinero son los millones y miles de millones de descargas que se producen anualmente.

Además del ejemplo visto de Apple, destaca el Ovi Store de Nokia que en sus primeros tres meses alcanzó nada menos que diez millones de descargas, mientras que RIM alcanzó en el mismo período alrededor de un millón de descargas al día.

En cuanto a precios, las compañías indican unas pautas para los desarrolladores a la hora de fijar el coste. Por ejemplo, en Android Market, la adquisición de una aplicación puede variar entre 0,99 y 200 dólares. Cabe destacar que algunas de las compañías, ente ellas Google, cuenta con un servicio de pago propio. En el caso de Android se denomina Google Checkout, servicio que obliga al usuario a registrarse y a pagar una pequeña cuota para ello.

Normalmente, estas plataformas están presentes en Norteamérica, en gran parte de los países de Europa Occidental o en otros países crecientes fuera de ambos continentes como Pakistán, India, Japón o Corea del Sur.

En general, en los mismos países en los que se pueden realizar las descargas, también pueden los desarrolladores vender sus aplicaciones. Blackberry App World está presente en una cantidad de países mucho mayor: concretamente en más de setenta mercados. Blackberry también es la compañía más cara para los usuarios a la hora de adquirir nuevo software para sus terminales.

Los desarrolladores lo tienen bastante fácil a la hora de colgar sus propias aplicaciones y las restricciones suelen ser las comunes para todo tipo de contenidos en temas como violencia o sexualidad y la mayoría de las veces hay categorías marcadas por números o edades para que el usuario sepa cuándo no debería descargar ciertos tipos de contenidos.

Algunas empresas tecnológicas como Sony Ericsson Mozilla, Opera Software y Palm han anunciado hace unos días su intención de usar estándares Web en los sistemas operativos para así permitir que los desarrolladores puedan comercializar sus aplicaciones en diversas plataformas, sin tener que adaptar estas a las distintas compañías.

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