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Casi 3 de cada 10 retailers, concretamente el 28 %, está desplegando iniciativas de inteligencia artificial o IA.

Así lo determina un estudio del Instituto de Investigación de Capgemini titulado Retail superstars: How unleashing AI across functions offers a multi-billion dollar opportunity.

Esto quiere decir que las empresas minoristas están incrementando su interés por esta tecnología, ya que en 2017 el porcentaje era del 17 % y en 2016 era siete veces menor al actual, situándose en el 4 %.

Otra conclusión de este estudio es que dicha implementación no estaría causando grandes pérdidas de trabajo. Tres cuartas partes de las empresas minoristas confirma que por ahora la IA no ha sustituido ningún perfil en su estructura, mientras que un 25 % dice que se han perdido menos de 25 puestos.

Entre las consecuencias de la llegada de la IA al retail estarían de hecho la creación de ciertos puestos de trabajo, más ventas y menos reclamaciones por parte de los clientes.

Capgemini revela además que, si en 2022 las organizaciones llevan la IA a toda la cadena de suministro, el sector retail ahorraría más de 300.000 millones de dólares. Eso sí, de momento, solamente un 1 % de las iniciativas que se han desplegado alcanza toda la cadena de valor o varios centros de la empresa.

Aparte, hay ocho veces más minoristas que están optando por soluciones de IA que se caracterizan por una gran complejidad que minoristas que van hacia algo más sencillo y rápido.

Las empresas en la actualidad ven con mayor realismo su nivel de preparación para la IA. Si en 2017 un 78 % pensaba que tenía las competencias necesarias, la cifra baja ahora al 53 %,

“Parece que las empresas minoristas globales han despertado a la realidad con relación a la IA, tanto en lo referente al nivel tecnológico que pueden alcanzar como en lo que deben hacer para llegar hasta ahí”, comenta Kees Jacobs, vicepresidente a nivel global de Productos de Consumo Global y Sector Minorista de Capgemini.

“Naturalmente, el despliegue a nivel interdepartamental será el próximo gran objetivo, pero las empresas del sector deben evitar perseguir solo cifras de rentabilidad sobre la inversión sin tener en cuenta la experiencia del cliente”, añade Jacbos.

“Nuestro estudio muestra un claro desequilibrio entre las organizaciones que priorizan el ahorro, los datos y el ROI en el despliegue de la IA, mientras que solo una pequeña minoría también tiene en cuenta los aspectos que generan problemas al cliente”, continúa. “Estos factores deben pesar lo mismo para conseguir un crecimiento a largo plazo basado en la IA y todos los beneficios que aporta”.