España pisa fuerte en la industria del videojuego

Negocios

Robbie Blue Consultor del área de IT de Antal International en España, habla en este artículo sobre cómo ha industria del videojuego se ha convertido en motor de la economía digital que requiere de profesionales con un alto nivel.

Los videojuegos se han convertido en parte indiscutible de nuestra vida. Desde los primeros clásicos basados en argumentos y gráficos simples como Pac-Man, Tetris, Pong o Donkey Kong, hasta alcanzar el nivel y la oferta que existe en la actualidad, su evolución ha sido excepcional. Impulsados por las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles, han recorrido un largo camino. Hemos pasado de tener que acudir a los típicos salones recreativos o recurrir a los arcaicos ordenadores Spectrum a vernos sumergidos en todo un mundo de posibilidades en el que su acceso se ha democratizado.

Robbie Blue, Consultor Antal International
Robbie Blue, Consultor del área de IT de Antal International en España, y autor del artículo.

Este nuevo contexto ha posicionado a la industria de los videojuegos en lo más alto a nivel mundial, avanzando a pasos agigantados año a año. En España, concretamente, se facturaron 414,4 millones de euros en 2014, un 31% más que en 2013 según la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladores de Videojuegos (DEV). La contratación, como consecuencia, también se ha disparado, convirtiéndose en uno de los sectores con mayor actividad. El ritmo de crecimiento podría llegar a alcanzar el 26% anual y en lo referente a mobile games o juegos online, podrían suponer 60.000 millones de dólares del total de los 100.000 que equivaldrían al total de la industria en 2017. Un nicho de mercado que cada día gana más terreno, estrechamente vinculado a las nuevas generaciones de smartphones, tablets y a la oferta de juegos de redes sociales como Facebook.

La producción de un videojuego se ha convertido en un proyecto tan complejo que puede llegar a involucrar de entre 30 a 60 especialistas. Se requieren profesionales con un alto perfil entre los que se encuentran programadores, músicos, artistas 3D, animadores, además de diseñadores y testeadores, dos de los perfiles más demandados por la industria. Los primeros son los responsables de idear el argumento del juego y cómo se desarrollará, definiendo todos los elementos principales. Una vez creado este esqueleto, lo comunica al departamento de producción que se encargará de los diferentes aspectos artísticos y del código computacional. Los testeadores, por su parte, son aquellos que deciden en última estancia cuándo un juego puede salir a la venta. Se trata de un perfil profesional muy confundido socialmente. Invertir horas y horas jugando puede parecer realmente idílico pero requiere de una serie de aptitudes muy específicas además de una amplia experiencia y excelentes habilidades comunicativas. Los testeadores han de tener también dotes de negociación y gestión de conflictos, así como una exquisita atención a los pequeños detalles, identificar los problemas más importantes en cada momento y priorizarlos para proceder a su solución.

La dificultad principal para cubrir plazas en este sector radica en la rapidez con la que la industria evoluciona. Se trata de un mundo donde todo se mueve de tal manera que muchos profesionales han de formarse sobre la marcha, ampliando así la formación universitaria de la que ya dispongan. Algo que no sucede otros sectores más convencionales en los que la oferta formativa se adapta mucho más a las necesidades del mercado. Por todo ello, y dadas las altas exigencias, las compañías han de recurrir cada vez con mayor frecuencia a empresas de selección de personal que sean capaces de encontrar el talento y las aptitudes que se exigen.

En este marco, la industria del videojuego en España ocupa una muy buena posición, habiéndose afianzado como motor de la economía digital. La alta cualificación de nuestros profesionales unido al bajo coste han llevado a grandes compañías japonesas, estadounidenses y canadienses a encargar a empresas españolas la creación de videojuegos. Aún estamos lejos de países europeos como Alemania y Reino Unido, sin mencionar Estados Unidos en los que la inversión en el sector es mucho mayor, pero estamos en el camino para hacernos con un buen lugar a nivel internacional.