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La empresa Siemens ha anunciado que despedirá a 4.500 de sus empleados, después de que sus ganancias no acaben de conseguir crecer (volvieron a caer en el segundo trimestre de su año fiscal). De acuerdo con las fuentes de la empresa, de la totalidad de los despidos, 2.200 tendrán lugar en Alemania, y los demás en otros países donde opera la empresa, aunque no han especificado.

Parece ser que esta medida ha sido tomada bajo la presión de los inversores. Esta se trata de la última ronda de despidos, las cuales se han llevado ya por delante en los últimos meses a 13.100 trabajadores, un 4% de la fuerza de trabajo de la firma aproximadamente.

Desde Siemens dicen que la fuerte caída del euro frente al dólar y la bajada de los precios del petróleo les han afectado enormemente. De hecho, es la división de Electricidad y Gas de Siemens la que tiene más complicaciones.

Como indica Bloomberg, desde el acuerdo para adquirir Dresser-Rand en dólares, que se acordó en septiembre, el euro ha caído un 12% frente al dólar y el petróleo ha caído un 29%. Dresser-Rand, por su parte,  anunció a finales de febrero el despido de un 8% de sus empleados.  Este acuerdo está pendiente de la aprobación regulatoria de la Comisión Europea.

La compañía alemana había dicho en febrero que quería reducir empleos para ahorrar 1.000 millones de euros hasta 2016, cantidad que quería invertir en iniciativas de crecimiento, productividad e innovación. Sus problemas con su unidad de energía vienen de largo. En julio del pasado año 2014, ya publicaba ChannelBiz que las fuentes de la empresa explicaban “su negocio de la energía se enfrenta a complicados retos en los próximos trimestres, después de haber reportado ganancias subyacentes del tercer trimestre fiscal, que no alcanzó las expectativas”.