La verdad sobre el mercado de wereables, en Distree EMEA

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Que los usuarios creen que el smartwatch debe tener su propia SIM, o que la marca o diseño está muy por detrás del precio o funcionalidad a la hora de escoger un modelo, son algunas de las verdades que se han contado en Distree EMEA.

MÓNACO. Durante las conferencias que se están celebrando en el marco de Distree EMEA, un evento que reúne a fabricantes, distribuidores y retailers, y que este año cumple en Mónaco su décimo tercera edición, ha habido una centrada en el mercado de wereables, con interesantes datos aportados por la consultora GFK.

Carolin Weinmann, Business Directr IT de GFK, contaba cómo durante miles de años ha evoluciona la manera de saber la hora. Pasamos de los relojes de sol a los de maquinaria, que fueron reduciendo su tamaño para pasar de la paread, al bolsillo y finalmente a la muñeca de las personas, y “el smartwatch fue el siguiente paso lógico”.

Llegados a este mundo se produce un choque entre las empresas de tecnología y los fabricantes de relojes tradicionales, que en esta ocasión son los que pierden porque “los usuarios confían más en las marcas tecnológicas”. Según datos de la consultora, el 65% confían en la marcas tecnológicas, seguidas por las marcas deportivas (18%) cuando van a comprar un smartwatch.

Los consumidores esperan controlar sus smartwatch a través de una pantalla táctil (67%) y control de voz; sólo un 8% quiere tener botones reales en un reloj inteligente.

Para un 56% de usuarios los smartwatch debería tener su propia SIM, de forma que fueran independientes y no tuvieran que estar conectados al móvil.

El precio de uno de los factores más importantes a la hora de escoger un smartwatch, por encima de la marca o el diseño. Según datos de GFK lo que más influye en la compra de un smartwatch es: Pecio (21%), Funcionalidad (14%), Activity tracker (13%), Fiabilidad (10%), Facilidad de uso (10%), Diseño (8%), Marca (8%), Comodidad (6%), Batería (5%) y Calidad de la pantalla (4%).

Muy interesante es una de las conclusiones del informe de GFK que asegura que, por el momento, los smartwatch no son considerados como inteligentes, “sino como unos activity trackers son capacidad para decir la hora”, y es que en realidad la función más importante de un reloj inteligente es su capacidad para hacer un seguimiento de la actividad, que es lo que hace cualquiera de las pulseras inteligentes que se precien, que no incorporan pantalla y son más económicas.

“Los consumidores creen que los activity trackers sirven a un nicho específico, cuyo potencial aún no se ha explotado del todo”. La monitorización del fitness (35%) y aspectos relacionados con la salud (31%), son las funcionalidades más consideradas.

El estudio de GFK dice también que los usuarios están interesados en utilizar sus smartwatch para: controlar su hogar (49%) y controlar su coche (47%).

Para terminar, GFK decía que aunque los wereables son una nuevo sector de gran potencial “los consumidores parecen tener un limitado entendimiento de lo que ofrece”, y que las aplicaciones en el hogar conectado, alud, seguridad, moda o, en general, el Internet de las Cosas, “ofrece a los wereables un futuro más brillante”.

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