Intel quiere eliminar todos los cables de PC en dos años
Durante el Computex, Intel ha desvelado sus esfuerzos para que los cables de cargar y que conectan el PC con un monitor desaparezcan gracias a A4WP Rezence y a WiGig.
Intel se ha propuesto eliminar completamente los cables de los ordenadores y por eso trabaja en una serie de tecnologías inalámbricas que hagan este sueño realidad en los próximos años. El anuncio se ha realizado en la feria asiática Computex, donde la compañía ha realizado demostraciones de una tecnología de carga inalámbrica basada en el estándar A4WP Rezence, que puede colocarse debajo de una superficie de madera de dos pulgadas para cargar el portátil; en este caso particular lo más interesante es que puede cargarse más de un dispositivo al mismo tiempo.
Además, Intel trabaja en docking, monitores y tecnologías de transferencia de datos y dice que los cables puedan eliminarse para 2016, como pronto.
El fabricante ya cuenta con un diseño de referencia de un Core llamado en clave Skylane, que será el que suceda a la próxima generación de chips Broadwell y que será el primero que permitirá eliminar los cables de carga, conexión y transferencia, según recoge BGR.com.
La tecnología WiGig, que lleva varios años en el mercado, será la responsable de que en el futuro podamos conectar el PC al monitor, teclado, ratón –e incluso impresoras, sin sables, así como enviar los datos. Se trata de una tecnología que la Wireless Gigabit Alliance empezó a desarrollar en 2007, y que es tres veces más rápida que 802.11ac, o WiFi/ac. Intel ya está desarrollando módulos WiGig para portátiles, ordenadores de sobremesa y monitores de alta definición; esto último ha llevado a más de uno a asegurar que WiGig tiene el potencial de sustituir a HDMI o DisplayPort. Estos módulos inalámbricos podrían ser integrados en los ordenadores a primeros del próximo año.
Además de esta experiencia sin cables, Intel quiere hace que los ordenadores sean más interactivos y por eso los PCs con cámaras 3D llegarán a finales de este año al mercado. La tercera dimensión, la de la profundidad, será la que permita al ordenador seguir los movimientos, reconocer las emociones humanas e incluso seguir los hábitos de lectura.
