Web blanca soltera busca… el mejor nombre de dominio

Negocios

La elección del nombre de dominio es el primer paso y quizá el más importante, para entrar en el mundo online, asegura Francesco Magnano, Country Manager de www.nominalia.com.

A estas alturas de la película, grandes y pequeñas empresas ya tienen claro que para existir, hay que tener presencia online. Las multinacionales y grandes firmas ya cuentan con páginas web sofisticadas que proporcionan al consumidor gran variedad de experiencias web y les permiten acceder al producto de forma fácil, rápida y, cada vez más, de forma divertida y enriquecedora. Asimismo, en la pequeña y mediana empresa la entrada al mundo online es cada vez mayor, y tanto los departamentos de marketing y ventas como el pequeño empresario emprendedor cuentan con plataformas robustas y flexibles que les permiten gestionar su presencia web fácilmente.

Nominalia dominioLa nube ofrece un sinfín de posibilidades para nuestra web, sin embargo, en este artículo analizaremos uno de los aspectos más importantes en la creación de nuestro site: la elección del nombre del dominio. Es el primer paso a tener en cuenta y, además, representa nuestra marca en el mercado online, por lo que debemos dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios a elegir el nombre correcto y evitar así problemas o arrepentimientos posteriores.

Al igual que cuando buscas compañero de piso, es crucial seleccionar bien el nombre de dominio que vas a registrar: te identifica de manera inequívoca como persona, empresa u organización en Internet. Aporta credibilidad al negocio y es la forma en que los clientes llegarán a conocer la empresa, constata su presencia online y, si es bueno, se convierte en el nexo perfecto para la comercialización de un producto o servicio, en el trampolín para un blogero o la carta de presentación de un trabajador autónomo.

Existen cuatro reglas fundamentales para escoger un buen dominio. La primera hace referencia a la imagen. El nombre del dominio debe transmitir una imagen empresarial apropiada. La consigna es ser creativo, pero sin pasarse, evitando los nombres fantasiosos y divertidos, pero que no representen bien nuestros servicios. Asociar adjetivos al nombre genérico del producto, servicio o actividad que mejor le representa puede ser una buena opción, pero lo verdaderamente fundamental es que el nombre se componga solo por caracteres alfanuméricos y teniendo siempre en cuenta las palabras clave o keywords que utilizan nuestros clientes potenciales en los buscadores para encontrar nuestros servicios o productos online.

En segundo lugar, cuando vayamos a registrar nuestro dominio, debemos procurar que sea de fácil memorización. A este aspecto hay que prestarle especial atención, sobre todo si somos pequeñas empresas con presupuestos reducidos y con productos poco conocidos. Por ejemplo, los dominios breves y fáciles de recordar comunican mejor que los largos. Evitemos utilizar dominios con términos en inglés, ya que siempre es molesto tener que deletrear, así como los juegos de números, ya que son más difíciles de recordar.

Hablemos en tercer lugar de temas legales. A la hora de elegir el nombre de nuestro dominio hay que asegurarse de que no se encuentra previamente registrado y de que no estamos usando términos que puedan pertenecer a otra marca. Hay que tener en cuenta que nos movemos a nivel no solo local, sino internacional y hay que prestar atención a estos aspectos. Lo más conveniente es escoger el nombre de la empresa o la actividad que mejor la defina. Y si, por cualquier motivo concreto, nos preocupa la protección de marca a nivel internacional, lo más aconsejable es acudir a expertos que puedan orientarnos.

Actualmente, uno de los principales generadores de conflictos legales es la extensión del dominio. Y, como podrás intuir, es también la cuarta regla a tener en cuenta en nuestra búsqueda. La extensión del dominio es la terminación del nombre de nuestra web, y podemos encontrarnos con dominios territoriales o ccTLDs en sus siglas en inglés (asociados al país de referencia como pueden ser las terminaciones .es en España o el .fr en Francia), generales o gTLDs (los más comunes y buscados en la web, como son los .com, .net o .edu) y los patrocinados o sTLDs (normalmente gestionados por agencias o asociaciones como es el caso de .museum gestionado por “Museum Domain Management Association”).

¿Y qué extensión tenemos que escoger? Sinceramente, todas los que podamos. Y no estoy diciendo ninguna barbaridad. El multidominio es garantía de protección de marca y evita usurpaciones y el uso corrupto de los nombres asociados a nuestra empresa. Evidentemente no es necesario hacer varias webs, sino que todos los dominios que registremos se redireccionarán a la URL principal. ¿Cuál? Pues tú eliges. ¿Quieres garantizar denominación de origen y dar sensación de confianza y cercanía al usuario? Utiliza un dominio territorial. ¿Prefieres resaltar tu carácter de bussines online? Utiliza el dominio .biz. ¿Eres una organización  o asociación? Opta por convertir el .org en tu dominio principal.

Por último, no quiero olvidarme de comentar la necesidad de que el paseo por estas cuatro claves en la elección de dominio se haga pensando siempre en el posicionamiento SEO. El nombre sencillo y claro de la web y la posibilidad de memorización del dominio hace que los usuarios nos recuerden, pero también facilita la lectura de los buscadores, que situarán a nuestra web a medio y largo plazo en primeras páginas. Asimismo, el multidominio mejora el posicionamiento, ya que cuantos más registros de la web reconozca el buscador, más categoría otorga al sitio web. Y lo mismo podemos decir para las campañas de Google AdWords. Y, como en la película, no te dejes llevar por las primeras impresiones y piensa bien cuál es el nombre que mejor te va a acompañar en tu aventura en la Red.


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