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Reestructuró su junta directiva, nombró nuevo CEO y siguió apostando por sus teléfonos de nueva generación, pero los cambios iniciados hace un año no han sido suficientes para que las ventas de LG levanten el vuelo.

Es por eso que la firma de electrónica coreana se está planteando acometer una profunda remodelación de su división de dispositivos móviles. Hasta tal punto que ya se habla de una reducción de entre el 20 y el 30% de su personal en el extranjero, en un intento por controlar una unidad que sólo produce pérdidas.

Según apunta The Korea Economic Daily y recoge The Register, estos recortes afectarán principalmente a la plantilla de marketing y ventas. La información proviene de fuentes internas de la empresa pero, al ser interrogado directamente, un portavoz de LG no ha querido realizar comentarios “sobre especulaciones del mercado”.

Más tarde, la compañía se ha puesto en contacto con Reuters para desmentir la información y matizar que “siempre estamos buscando oportunidades para mejorar el rendimiento de nuestro negocio de móviles”, pero que esto no quiere decir que se haya tomado una decisión tan seria “como la de reducción de trabajadores”.

Lo cierto es que la incursión de LG en el negocio de la telefonía móvil durante los dos últimos años no ha conseguido el éxito esperado. Los cinco trimestres más recientes se han cerrado en negativo, cediendo terreno frente a rivales como Apple, HTC e incluso Research In Motion. Sin ir más lejos, en el segundo trimestre de 2011 la compañía de Koo Bon-joon se ha tenido que enfrentar a un agujero de 49.800 millones de dólares.