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Adaptar el mensaje en función de factores externos es una de las funciones que cumplen los despliegues actuales de señalización digital. La tecnología y el análisis de datos se han puesto ya al servicio del consumidor y los retailers. Imaginemos una tienda en la que, dependiendo de la franja horaria, el tiempo que hace o la persona que está mirando, los contenidos promocionales, informativos o publicitarios emitidos cambian. Pues no hace falta imaginarlo. Esto es ya una realidad. Una pantalla digital puede ofrecer información sobre gafas de sol si hace un día soleado o sobre paraguas si llueve. También, entre otros muchos usos, anunciar ropa femenina si se detecta que la persona que está observando es una mujer o al contrario si es un hombre.

Los beneficios de implementar nuevos despliegues de señalización digital y gestión del big data son innumerables: obtener información de los consumidores que pasan por el local, enfocar con acierto las campañas de comunicación, testear mensajes de promoción, ofertas, decoración,… Todo ello poniendo el foco en 4 flancos: la localización, el producto, la comunicación y la experiencia. ¿Y qué tecnologías entran en juego? Video Analytics, Wi-Fi Analytics y Beacons, principalmente, que recogen datos que luego podremos interpretar.

La analítica de datos permite conocer los factores que influyen en los procesos de toma de decisiones de compra y, de este modo, el retailer puede tenerlos en cuenta para adaptarse a cada tipo de cliente. En definitiva, la información que se extrae a través de la gestión y analítica del big data ayuda a extraer conclusiones para mejorar la propuesta comercial global, con el objetivo final de prestar un servicio personalizado al cliente que redunda en una mejora continua de las ventas. Una tendencia tecnológica de la que ya podemos hablar en base a resultados reales, a implementaciones conseguidas y ejecutadas y que no para de evolucionar y mejorar.