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Apple y Samsung han decidido volver a las alianzas entre ellos, tras unos cuantos años de disputas en los tribunales y parece ser que el próximo iPhone de Apple usará un chip fabricado por la surcoreana, para lo que esta última ha realizado una inversión de 14.000 millones de dólares en nuevo equipamiento y nuevas fábricas destinadas a la creación de estos procesadores para su socio y rival del mercado.

La publicación Bloomberg advierte que esta unión de a los gigantes de la industria móvil debería asustar a los demás competidores del mercado puesto que “puede ser convertirse en una colaboración imparable”. Tras varios años de batalla legal, en agosto de 2014, el jefe ejecutivo de Apple, Tim Cook, acordó finalizar sus acusaciones por temas de patentes con Samsung, y las dos compañías se han unido de nuevo en los futuros productos del mercado.

Además de fabricar su chip principal para el próximo iPhone, la surcoreana también creará pantallas para otros de los productos de Apple. A partir de esta alianza, la de Cupertino tiene acceso a una de las mayores operaciones de fabricación de chips, que destacan por ser los más sofisticados del mundo y mediante los que Samsung ayudará a que su rival siga vendiendo más que la competencia. Samsung, por su parte, se beneficiará de las ventas de chips, después de que sus ventas de smartphones de su marca estén cayendo.

Al mismo tiempo, casi todas las demás empresas de la industria van a sufrir, como son Taiwan Semiconductor Manufacturing y SanDisk. Sobre todo el segundo sufrirá de esta alianza. Apple fue el mayor cliente de SanDisk, contribuyendo al 19% de los ingresos del fabricante de chips, según datos compilados por Bloomberg, por lo que los ingresos de esta empresa dependen mucho de Apple.