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Parece ser que Intel firmó un acuerdo a principios de este año con Altera que vence el 1 de junio, y que les daba la opción de lanzar una oferta hostil después de este periodo, de acuerdo a fuentes familiarizadas con el asunto. No hay que olvidar que en marzo, Intel mostró su interés por Altea pero acabó desistiendo porque, según los rumores, le parecía demasiado cara.

Este acuerdo, que ha sido publicado por Reuters, explicaría por qué Intel no volvió a lanzar una oferta pública por las acciones de Altera una vez que sus negociaciones se rompieron. De hecho, parece ser que Altera accedió a participar en estas conversaciones sobre una posible adquisición de Intel con la condición de que la gigante de los proceradores no lanzase ninguna oferta pública hasta el próximo mes de junio.

La semana pasada, Altera presentó sus resultados fiscales para su primer trimestre del año que mostraron un descenso del 9%  y auguró otra caída para su segundo trimestre, sobre todo en lo relacionado con su negocio de telefonía móvil.

La adquisición de Altera, que fabrica chips programables ampliamente utilizados en las torres de telefonía móvil y las aplicaciones industriales y también en el sector militar, subrayaría la determinación del director general de Intel, Brian Krzanich, expandirse en nuevos mercados mientras la industria de la computación personal va cayendo y va afectando a la empresa.