La llamada Wereable Technology, que algunos han traducido por ropa tecnológica y que engloba desde los relojes y las gafas inteligentes a los sensores colocadas en unas zapatillas para medir la cantidad de kilómetros que se corren, tiene un brillante futuro. Esto no es nuevo, pero no está de más que se muestren las cifras que los depara este mercado: nada menos que 8.000 millones de dólares este año, según datos de Futuresource.
Esto cambiará en el futuro ya que los smartwatches, smartglasses y los productos con sensores integrados que analizan los movimientos y hacen un seguimiento de la actividad de los usuarios superarán con creces al mercado de productos de fitness.
Futurescope calcula que el mercado de relojes inalámbricos y smartwatches se cifrará en 0,9 millones de unidades en 2013, y que más del 60% de esta cifra se corresponde con la segunda categoría.
Para Oliver Rowntree, analista de Futuresource, la categoría de reloj conectado será el área de crecimiento más destacada dentro del mercado de Wereable Technology. La venta de smartwatches crecerá en el momento en que cada vez más empresas entren en el mercado; de hecho, ayer mismo la firma deportiva Nike anunció que lanzará su propio reloj inteligente.
En cuanto a las gafas inteligentes, Futuresource calcula que en 2014 se venderá menos de un millón de smartglasses, una cifra que alcanzará los siete millones para 2017, cuando la Wereable Technology podría alcanzar los 20.000 millones de dólares.
Las compañías ya tenían una alianza en España.
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