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Las presiones sufridas por Foxconn desde diferentes frentes desde hace tiempo, han surgido su efecto y parece ser que las condiciones de sus empleados han mejorado ligeramente.

Según un nuevo informe, parece ser que en la planta de fabricación taiwanesa donde se desarrollan, entre otro productos, los iPhones de Apple, se llevarán a cabo reformas en las condiciones laborales el próximo año como la subida de los salarios o la reducción de la jornada de trabajo.

El The New York Times cuenta que hace un año unos inspectores descubrieron que los responsables de Foxconn se negaban a dotar a los trabajadores de asientos cómodos porque eso podía llevarles a ser perezosos. Informaciones de este estilo, dieron una muy mala imagen a Foxconn, lo que salpicó a sus principales socios, sobre todo a Apple, una de las empresas mejor valoradas del mundo.

Los ejecutivos de empresas como Hewlett-Packard e Intel dicen que esos cambios han convencido a muchas empresas de electrónica que también deben revisar la forma en cómo las plantas extranjeras con las que trabajan tratan a sus trabajadores.

Sin emabrgo, dice la publicación estadounidense que, a pesar de las reformas en el papel, persisten los problemas como hacer a los empleados trabajar horas de más de manera ilegal o diferentes carencias en la seguridad de los trabajadores, según han podido comprobar organizaciones que se encargan de defender los derechos de estos.

La durabilidad de muchas transformaciones, sin embargo, depende de Apple y Foxconn y otros socios de la planta, que se encarguen de que se cumplan las nuevas normas. Los defensores de los trabajadores dicen que los problemas de la industria de la electrónica no disminuirán realmente hasta que Apple, como compañía más valiosa del mundo, no lideren el control del cumplimiento de unos requisitos.