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Casi dos semanas después de haber anunciado pérdidas en los ingresos de las operadoras inalámbricas, Ericsson dice que despedirá a 1.550 empleados en Suecia de una plantilla de 17.400 trabajadores. Considerado como uno de los mayores fabricantes de redes de telefonía móvil de todo el mundo, Ericsson AB reducirá su plantilla un 8,7%.

La mayoría de los despidos se realizarán en la división de redes, aunque también se verán afectados los departamentos de ventas, administración, I+D, servicio y suministro. Además, todas las oficinas de Suecia se verán afectadas excepto las de Falun, Hudiksvall, Kalmar y Katrineholm.

“Debemos asegurarnos de que podemos continuar ejecutando nuestra estrategia para mantener nuestro liderazgo en el mercado, invertir en I+D y satisfacer las necesidades de nuestros clientes”, ha dicho Tomas Qvist, responsable del departamento de Recursos Humanos de Ericsson en Suecia a través de un comunicado emitido por la empresa.

En el comunicado, Qvist también dice que Ericsson, cuyos beneficios cayeron un 42% en el último trimestre, debe centrarse en reducir costes y mejorar la efectividad para “asegurar nuestra competitividad futura”. Ericsson AB ha dicho también que ha iniciado las negociaciones con los representantes de los trabajadores y que en marzo de 2013 todos los empleados afectados serán informados.

Ericsson no es el único fabricante de redes en anunciar despidos. Hace un mes uno de sus rivales europeos, Alcatel-Lucent, anunció el recorte de 5.500 puestos de trabajo, una cifra que según un analista de BNP Paribas es demasiado baja. Ambas compañías, como casi todas las del sector, se han visto muy afectadas por la fuerte competencia, sobre todo la de los vendedores chinos Huawei y ZTE.

La erosión de precios, junto con la debilidad económica mundial ha hecho que el gasto de las operadoras se haya reducido, impactando directamente con los proveedores de la industria de las telecomunicaciones.