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Tal y como ya informábamos, Miró va a llevar a cabo numerosos despidos y cierres de algunas de sus tiendas. En concreto, el próximo 30 de julio, la cadena se va a deshacer de 453 empleados y va a echar el cierre en 53 de sus establecimientos.

Y es que la empresa de electrodomésticos catalana posee una deuda de 260 millones de euros actualmente, por lo que ha hecho una propuesta a los casi 600 acreedores de la compañía entre los que se encuentran LG, Electrolux, Tech Data, Fagor, BSH, Sony, Acer, el ICF y La Caixa.

Según su iniciativa, la cadena hará una quita del 40% y abonará el 60% restante en un plazo máximo de cinco años o bien asegurará el cobro del 100% de la deuda, pero en un periodo más amplio, de diez anualidades. De cualquier forma, la empresa quiere poner fin al concurso de acreedores con el fin de 2011.

Por otra parte, acorde con lo publicado por Expansión, uno de los proyectos que tiene entre manos Miró es su posible negociación para la venta de algún paquete de tiendas a un operador internacional del sector, como la portuguesa Worten o compañías británicas que todavía no están presentes en España. No obstante, de momento Miró no ha recibido ninguna oferta.