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La tienda de electrodomésticos Miró se ha visto obligada a pedir el concurso voluntario de sus acciones tras considerarse incapacitada para pagar una deuda que asciende a 180 millones de euros, y que parece ser que pronto será de 280 millones, por el vencimiento de algunos créditos.

La empresa ha de presentar un plan de reestructuración en el que la prioridad es desprenderse de 30 de sus tiendas, según han sugerido los asesores legales.

Por su parte, el abogado de la empresa ha aclarado que para hacer frente a la situación económica, la cadena de tiendas probablemnte “sólo pueda conservar alrededor de un centenar de los establecimientos”.

La prioridad de Miró es encontrar compradores para sus locales y así evitar despidos, como ha declarado el abogado de la compañía a El País. Sin embargo, el letrado ha dicho que Miró no descarta que haya que eliminar puestos de trabajo de esas tiendas que no encuentren comprador.

Actualmente, el retailer de electrodomésticos cuenta con 1.500 empleados en todos el país, pero aún no hay datos sobre cuántos podrían perder su trabajo ni sobre qué tiendas son las menos rentables y por lo tanto las candidatas a ponerse en venta.

Los sindicatos dicen que Miró aún es solvente

Por el momento, representantes de los sindicatos de UGT y CCOO han dado un punto de vista mucho más positivo del asunto y han llamado a la calma de los trabajadores, anunciando que, por el momento, la empresa no quería despedir a ningún trabajador.

El pasado martes se reunieron los líderes sindicales y la directiva del retailer y, los primeros han asegurado que la empresa es solvente por el momento y que no se ha hablado de despidos.

Muchos no descartan que Worten, que ha comenzado su expansión en España con la compra de ocho de los establecimientos de PC City, pueda estar interesado en algunos de los locales que Miró tiene repartidos por toda España.