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Steve Jobs, que se encuentra de baja médica, ha vuelto a escena discretamente para aclarar unos rumores que podrían afectar de una forma muy negativa a la compañía que lidera si se confirmaran: la supuesta recogida de datos privados con los dispositivos iPhone y iPad por parte de Apple.

En un muy corta conversación por correo electrónico con el blog Macrumors, Jobs ha afirmado que la información “que está circulando es falsa”, mientras que afirmó que Android sí lleva a cabo esta práctica. Esta ha sido la única información que se le ha conseguido sacar a Jobs por el momento.

Pero comencemos por el principio de la historia: todo comenzó la pasada semana cuando varios programadores reunidos en una feria sobre tecnología en San Francisco afirmaron que habían descubierto que el fabricante de Cupertino registraba datos sobre la situación geográfica de sus usuarios de sus tabletas y smartphones.

Un día después, Samy Kamkar, analista de seguridad afirmaba que Google hacía lo mismo con los dispositivos que llevaban Android instalado.

El objetivo de esta práctica no estaba muy claro, ni para expertos ni para medios, pero se rumoreaba que podría tener fines como dar la posibilidad de ofrecer información a las redes sociales (para herramientas como encontrar a amigos cercanos) o mejorar el tráfico de redes inalámbricas para la transmisión de datos.

Por ahora, varias autoridades de diversos países se han puesto a trabajar en el asunto.Por un lado, un miembro del partido demócrata de Minnesota, en Estados Unidos ha fijado un encuentro para el próximo diez de mayo, con representantes de ambas compañías, según publica Bloomberg.

Por otro lado, la Comisión de Comunicaciones de Corea del Sur también ha preguntado a la compañía de Cupertino que cada cuanto tiempo se recoge información y se guarda y que si se ofrece la posibiliad a los usuarios de confirmar que quieren que se guarde esa información o de pedir que sea eliminada. Según Bloomberg, las autoridades de Seúl quieren formar un grupo que investigue el tema.

Alemania, Francia e Italia también han comenzado a investigar a Apple, aunque las autoridades de mencionados países aún no han hecho declaraciones al respecto.