Los terminales punto de venta, o TPV, vuelven a estar en peligro tras detectarse una botnet que utiliza ataques de fuerza bruta para acceder a ellos y conseguir información de clientes.
Los terminales punto de venta, o TPV, vuelven a estar en peligro tras detectarse una botnet que utiliza ataques de fuerza bruta para acceder a ellos y conseguir información de clientes.