La canalización de los recursos

InfoCanal

Michael Collins, Senior Vice President, Channel, Dell EMC EMEA analiza en este artículo cómo gestionar la transformación digital con la ayuda del canal.

Una de las características que definen a los negocios modernos es el papel cada vez más importante que desempeña la estrategia digital en la mejora de procesos, operaciones y servicios. Los directivos de hoy en día son más conscientes que nunca de que una estrategia empresarial, para ser efectiva, debe contar con un componente digital sólido, que permita a la empresa convertirse en una entidad más avanzada y ágil. Es una de las conclusiones de la encuesta Digital Transformation Index, elaborada recientemente por Dell Technologies, donde se establece que un 73 % de los directivos considera que para el éxito empresarial es crucial contar con una estrategia tecnológica centralizada.

Sin embargo, a pesar de entender la importancia de la transformación digital, muchas empresas no han implantado aún una estrategia efectiva para impulsarla: un 75 % de los directivos reconoce que todavía disponen de amplio margen de mejora para prestar unos servicios digitales más eficientes y optimizar sus capacidades operativas. Esta demora se explica por varias razones, entre las cuales destaca la falta de presupuesto, de recursos o de la experiencia necesaria para gestionar la transición a una infraestructura moderna.

Estos obstáculos, aunque preocupantes para la empresa, representan una oportunidad para el canal. El modelo de venta indirecta ofrece a las empresas un elevado nivel de apoyo, asesoría y evaluación para garantizar que eligen la solución más adecuada a sus necesidades. Al contar con el apoyo de los expertos del canal, dotados de amplios conocimientos en la materia, las empresas pueden gestionar con mayor efectividad el proceso de transformación, al tiempo que preparan a su personal para la llegada de la nueva infraestructura.

Planificación de la comercialización

Para emprender este viaje, es importante que los directivos, ya sean o no del área de informática, identifiquen el por qué, de la implantación de una nueva tecnología y el objetivo que esperan conseguir una vez evaluadas sus necesidades. Por lo general, esto engloba tanto los requisitos de la propia empresa como las demandas de sus clientes y usuarios finales. En muchos casos, la constatación de que es fundamental contar con una estrategia digital efectiva ha sido fruto de la presión directa de sus clientes. Uber es un buen ejemplo de esto: el crecimiento de la demanda de servicios de transporte ha desembocado en una mayor adopción de tecnologías modernas en el sector del taxi. Las plataformas tecnológicas que existen en el mercado de consumo ofrecen desde hace tiempo una experiencia de usuario ágil, flexible y atractiva, y la presión para que la oferta empresarial emule estas cualidades se ha incrementado de manera drástica.

Sin embargo, aunque algunas empresas han centrado sus esfuerzos en desarrollar productos destinados al usuario final, es importante no olvidar las tecnologías de backend empresarial, que sustentan el proceso de trabajo y con él la provisión de productos y servicios. Las que ignoran este aspecto corren el riesgo de rezagarse frente a una competencia que ya está desarrollando su infraestructura en paralelo a los servicios y plataformas orientados a los usuarios. Es evidente también que la mayoría de los directivos son conscientes de que la competencia se está recrudeciendo: un 62 % afirma que en su sector han aparecido nuevos y duros competidores en los tres últimos años. Pero es que, además, un 52 % de ellos asegura que en el mismo periodo se han producido cambios significativos, y un 45 % teme que sus empresas puedan quedar obsoletas a lo largo de los cinco próximos años.

Superación de los obstáculos

Según los datos de la encuesta, el 62 % de las empresas han asistido a la llegada de nuevos competidores a su sector como consecuencia de la generalizada disponibilidad de las herramientas digitales. Para las más consolidadas, esto debería suponer una llamada de atención, porque está claro que la modernización de las infraestructuras existentes es una necesidad y, además, el uso de tecnologías modernas como la virtualización, la nube y la automatización les permitiría aumentar la productividad y eficiencia de los procesos de trabajo.

Tradicionalmente, la idea de que había que aumentar la inversión en tecnologías de la información se ha encontrado con la oposición frontal del primer nivel directivo, pero esto está empezando a cambiar. Según los datos de la encuesta, el 66 % de los directivos cree que los beneficios derivados de la inversión en infraestructura informática y tecnologías modernas constituyen incentivos suficientes para justificar el gasto.

 Confianza en el canal

Frente a la necesidad de modernizar su tecnología con un presupuesto limitado, muchas empresas responden recurriendo al canal. Gracias la estructura de proveedor, mayorista y reseller, el canal está en una posición privilegiada para prestar el asesoramiento y la asistencia que necesitan las empresas para garantizar que su transformación llega a buen puerto. Con la formación y la asistencia que ofrecen los proveedores a sus socios, los clientes pueden tener la seguridad de que reciben la tecnología adecuada para responder a las necesidades de su empresa. Los resellers, debido a su relación con los proveedores, pueden ofrecer al cliente pautas y asistencia durante el proceso de implantación, así como solventar cualquier problema de disparidad de conocimientos y garantizar que el proceso transformador discurre con los mínimos contratiempos. 

El camino de la transformación digital suele estar sembrado de escollos, que pueden ralentizar el proceso y atentar contra los intereses de la empresa. Sin embargo, en el mundo actual nadie puede permitirse el lujo de prescindir de una estrategia digital y los datos de la encuesta sugieren que los directivos son muy conscientes de ello.

En el curso de este viaje transformador hacia lo digital tendrán que recurrir a la ayuda de profesionales expertos, tanto en el proceso de transición como a la hora de usar las nuevas soluciones una vez completado este. El canal ofrece un nivel incomparable de apoyo a los clientes, desde la misma concepción a la instalación, y mediante el uso de contratos de servicios permanentes puede aliviar la presión sobre sus recursos internos. De este modo, las empresas y sus clientes pueden depositar toda su confianza en sus plataformas tecnológicas, a sabiendas de que las inversiones que realicen en pro de su futuro aumentarán su capacidad de respuesta y su rentabilidad frente a los cada vez más dinámicos requisitos del mercado actual.

 

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