Snowden desvela que hay una trama de de EEUU y Reino Unido de espionaje a móviles

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Parece ser que las agencias de seguridad de se hicieron con claves de cifrado de Gemalto, fabricante de SIM, para poder interceptar comunicaciones sin dejar rastro.

Edward Snowden, el antiguo agente de la CIA de Estados Unidos, que develó hace dos años que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos accedía a información de usuarios sin el conocimiento de estos y con ayuda de las grandes empresas TIC, ahora el mismo ha dicho que hay una trama para espiar teléfonos móviles.

seguridad espionaje intrusiónDe acuerdo con Snowden, la ya mencionada Agencias de Seguridad de Estados Unidos y el  Cuartel Gubernamental de Comunicaciones ( conocido también como GCHQ) del Reino Unido llevan tiempo espiando la red informática Gemalto, que es la mayor empresa fabricante de tarjetas SIM, con el objetivo de robar las claves de cifrado utilizadas para proteger en secreto las comunicaciones de telefonía móvil de todo el mundo, tal y como explican en firstlook.org. En total, Gemalto produce alrededor de 2 mil millones de tarjetas SIM al año y su lema es “La seguridad de ser libres”.

 

Según parece la brecha fue perpetrada por una unidad mixta integrada por agentes de la NSA y su homólogo británico, tal y como se detalla en un documento secreto del  GCHQ y del año 2010, donde daba consejos a los organismos de vigilancia para monitorear en secreto una gran parte de las comunicaciones de telefonía móvil del mundo, incluyendo voz y datos.

Gemalto es una empresa multinacional constituida en los Países Bajos, que se encarga de crear gran parte de los chips utilizados en los teléfonos móviles y tarjetas de crédito de próxima generación. Entre sus clientes se encuentran AT & T, T-Mobile, Verizon, Sprint y unos 450 proveedores de redes inalámbricas de todo el mundo. La compañía opera en 85 países y cuenta con más de 40 instalaciones de fabricación.

Según explica The Intercept, “con estas claves de cifrado que han sido robadas, las agencias de inteligencia pueden monitorear las comunicaciones móviles sin buscar o recibir la aprobación de las empresas de telecomunicaciones y de gobiernos extranjeros. La posesión de las claves  también deja de lado la necesidad de obtener una orden judicial o una intervención telefónica, a la vez que no queda rastro en la red del proveedor de servicios inalámbricos sobre la intercepción de las comunicaciones”. 

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