Impresión en 3D, ética y regulación

Negocios

El rápido desarrollo del mercado de impresión en 3D, y de las bio-impresoras 3D en particular, generará un gran debate ético y robo de propiedad intelectual por valor de 100.000 millones de dólares anuales.

Gartner ha publicado un informe esta semana que podría frenar el entusiasmo por impresión en 3D. Una de sus conclusiones es que esta tecnología generará unos costes de 100.000 millones de dólares anuales en robo de propiedad intelectual.

Bioimpresion impresion 3dEl año pasado la consultora dijo que la venta de impresoras 3D crecerá un 75% este año, y que esta cifra se duplicará en 2015. Ahora, Gartner dice que aunque la tecnología ofrece enormes oportunidades para que las empresas inviertan en ella, también creará algunos dilemas morales, desde la creación de tejido humano gracias a la bio-impresión, al robo de propiedad intelectual.

Gartner cifra en 100.000 millones de dólares el robo de propiedad intelectual a partir del uso de la impresión en 3D, ya que tiene la capacidad de copiar objetos.

“Los ladrones de propiedad intelectual reducirán los costes del desarrollo de producto y la cadena de suministro, permitiéndoles vender productos falsificados”, dice Gartner. A lo que hay que añadir que los clientes no tendrán conocimiento de ello o de que incluso pueden estar utilizando productos peligrosos.

Sobre la bio-impresión la consultora dice que plantea complejos dilemas éticos y que la tecnología va tan rápido que para 2016 podría aparecer movimientos que pidan su prohibición.

“Las iniciativas de bio-impresión son bien intencionadas, pero crecen el número de cuestiones que permanecen sin respuesta”, dice Gartner, que además se pregunta: ¿qué ocurre cuando se fabrican órganos complejos mejorados con células no humanas? ¿quién controla la capacidad para producirlos? ¿Quién garantiza la calidad de los órganos resultantes?


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