La reforma de la administración: ¿hacia una administración digital?

Negocios

Emilio García, Presidente de ASTIC, reflexiona en este artículo sobre la necesidad de abordar reformas en las administraciones que favorezcan un funcionamiento “eficiente”.

A finales del mes de Junio de 2013, el Gobierno presentó el Informe de conclusiones de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA). Con el objetivo de alcanzar una “Administración que sea mucho más eficiente, mucho más cercana, mucho más fiable y mucho más transparente”, el Gobierno proponía en el Informe 217 medidas de distinto calado y alcance. De acuerdo a un análisis realizado por ASTIC, más del 75% de las mismas necesitarán de las Tecnologías de la Información para ser materializadas y un 55% serían de imposible ejecución sin la intervención de las mismas.  Las propuestas del poder político, en definitiva, hace de la Tecnología un pilar para “reforzar la disciplina presupuestaria y la transparencia públicas; racionalizar el sector público; mejorar la eficacia y la eficiencia de la Administración; y cambiar la cultura administrativa por una cultura enfocada al administrado”.  Con estas credenciales, ASTIC no puede menos que acoger favorablemente la “música” de las propuestas de Reforma del Gobierno, aunque falta conocer la “letra”, los planes de ejecución destinados a hacer realidad la misma, para poder valorar si las medidas presentadas son las que nuestro país necesita.

ASTIC logoASTIC ha manifestado, en sucesivas ocasiones, la necesidad de abordar reformas en la Administración más allá de los meros recortes en los recursos destinados a la prestación de los servicios públicos. Es por ello que, de acuerdo a los fines de nuestra asociación, que incluyen “Proponer a las autoridades competentes la puesta en marcha de actuaciones que, mediante el uso de las TIC, favorezcan el funcionamiento eficiente de la Administración, facilitando un mejor servicio a los administrados”, hicimos llegar al Gobierno en Enero de 2013 nuestra visión de la reforma de la Administración. La difusión del documento “Una Administración General del Estado para la Sociedad de la Información” que contenía nuestras propuestas, junto con la publicidad de las dos reuniones que mantuvimos con representantes de la CORA,  es una muestra del espíritu de transparencia y colaboración conque nuestra Asociación ha abordado este proceso. Hubiéramos deseado la misma transparencia por parte del Gobierno, como de los actores del sector privado, con los que el Gobierno ha reconocido mantener contactos para la elaboración del informe de la CORA. Sólo desde los principios del Gobierno Abierto se puede dar respuesta a los grandes retos sociales como la construcción de una Administración más sostenible, sólo abriéndonos a las aportaciones de toda la sociedad y compartiendo las visiones individuales se pueden encontrar las mejores soluciones.

Reforma integral de los procesos

Sin embargo, la disponibilidad de colaboración de ASTIC no ha sido totalmente correspondida. La creación de la figura del CIO o el mantenimiento de las estructuras organizativas tecnológicas sectoriales, son propuestas que en su día incluimos en nuestra visión de la Reforma de la Administración y que el Gobierno ha hecho suyas. Desconocemos, sin embargo, al igual que el resto de los ciudadanos, aspectos claves para la materialización de esta nueva estructura organizativa para la gestión de la Tecnología en la Administración General del Estado. También es necesario resaltar nuestras discrepancias en el ámbito dentro del cual se alumbrará la nueva organización. La Administración no necesita tan sólo una Agencia u organización para la gestión de los servicios comunes de Tecnología, necesita una Agencia u organización para la gestión de servicios comunes de todo tipo.  La cultura de silos de la Administración no se cambia sin una reforma integral de los procesos internos de la Administración, algo de lo que adolece el informe de la CORA. Por poner un ejemplo concreto, nadie puede negar la diferencia de ambición entre las medidas propuestas en la subcomisión de medios comunes en el ámbito de las Tecnologías de la Información frente a los propuestos en el ámbito de los Recursos Humanos.

La figura del CIO de la Administración General del Estado parece vislumbrarse, como la piedra angular, sobre la que se construya la Reforma de la Administración en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Administración Electrónica. Entre las acciones más urgentes que habrá de desarrollar figuran los Planes de Acción de Administración Electrónica y de Servicios Públicos Digitales de la Agenda Digital para España. La necesaria profundización en la digitalización de nuestra Administración requiere, en primer lugar, que el CIO esté encuadrado jerárquicamente en el máximo nivel de nuestra Administración (Secretario de Estado) y dotado de competencias presupuestarias, organizativas y normativas. En segundo lugar, la persona sobre la que recaiga la responsabilidad de ser el primer CIO de la Administración habrá de contar con el adecuado conocimiento de la Función Pública y del mundo de la Tecnología. Este segundo requisito, desde nuestra óptica, es quizás el más sencillo de cumplir: Desde hace más de 20 años la Administración del Estado ha sabido dotarse de un Cuerpo de funcionarios dedicados a la Tecnología que cumplen con el mismo.

Peter Drucker decía que las estrategias más acertadas eran desayunadas por la cultura de las organizaciones. Sólo con un cambio de cultura de la Administración que haga valer el papel de la digitalización en las organizaciones será posible la Reforma de la Administración. Los profesionales públicos de la Tecnología en la Administración, desde nuestro compromiso adquirido con la sociedad como servidores públicos, y desde la perspectiva que da el conocer que una sociedad no puede avanzar sin contar con unas administraciones públicas que estén alineadas con lo que los tiempos demandan, sabemos, podemos y queremos ser parte activa del cambio de cultura que necesita nuestro sector público y, en definitiva, nuestra sociedad, para crecer y volver a crear una economía próspera.