Windows 7, ¿la panacea de un mercado en crisis?

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Ya está aquí. Llevamos años hablando de Windows 7, el salvador para aquellos que han o están sufriendo Vista, el lanzamiento definitivo de Microsoft que combina la estabilidad de XP y la seguridad del anteriormente citado sistema operativo. Muchos lo esperan con ansia, otros, más recatados, no quieren tirar todavía las campanas al vuelo, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en un periodo de crisis en el que la renovación del SO en una empresa no es un movimiento que se haga a la ligera. Vamos, que por mucho que queramos, no tenemos la panacea.

El laboratorio de eWEEK Europe lo ha testado a conciencia para comprobar de primera mano las potenciales mejoras de esta nueva entrega y en términos generales, la mejora es más bien modesta.

Las pruebas de rendimiento apuntan a que, en versión de 64 bits, Windows 7 aumenta sus prestaciones en un 13,6% más que Vista si lo corremos en un portátil y un 8,7% si lo hacemos en un desktop.

Si nos fijamos en cómo ha funcionado con ordenadores de 32 bits, comprobamos que en un portátil, Windows 7 sólo supera a Windows Vista SP2 en un 2,6% de rendimiento, mientras que en un sobremesa la mejora sí que es sustancial: un 15,1%.

Si bien la interfaz Aero entra por los ojos a la primera, si escudriñamos algunas de sus características de seguridad podemos comprobar que la versión Home Premium, la que muchos de nosotros utilizaremos en casa o incluso en el portátil de la oficina, se ha quedado sin incluir algunos de sus puntos fuertes. Estamos hablando de la aplicación de listas blancas o el cifrado completo de discos duros y unidades extraíbles. Una pena, pero si se quiere obtener ese plus de tranquilidad, habrá que coger una versión más alta (y cara).

Según el laboratorio de eWEEK Europe, la disponibilidad de drivers es asombrosamente buena. En cuanto a la instalación del nuevo SO, tan vituperada últimamente, se puede afirmar que Windows 7 ha simplificado el proceso de instalación de Vista. En el escritorio, la instalación es más rápida en ambos casos. Windows 7 tardó en instalarse entre 15 y 18 minutos en las dos máquinas, mientras que Vista lo hizo en 18 y 19 minutos, respectivamente. Se puede afirmar que en los tiempo hay truco ya que si bien Windows 7 no acumula el índice de experiencia de los usuarios, mientras que Vista sí lo registra.

Más información y una reseña más extensa en eWEEK Europe.