“Microsoft aún tiene que demostrar la robustez de su solución”

Estrategia de Canal

Desde que en abrió sus oficinas en España, en 2005, VMware ha respaldado su política comercial en una red indirecta que hoy en día descansa en Afina, GTI y Magirus. Estos tres mayoristas abastecen a todos los ‘partners’ del fabricante de virtualización en nuestro país, una red conformada por 800 socios Professional, que se dirigen principalmente a las pymes con soluciones “paquetizadas”, y otros 100 Enterprise que atienden a la mediana y gran cuenta. Entre estos últimos, ErmesTel, Comparex y Morse son los únicos que ostentan en España la categoría Premier Enterprise, el escalafón más alto del programa de ‘partners’ de la compañía.

Toda esta comunidad de socios vive pendiente de cada paso de VMware, que hace una década abrió un filón que ahora ya no está explotando en solitario. Alfonso Ramírez, director general del proveedor en España, se desmarca de esta nueva competencia enfatizando la robustez de las soluciones de su compañía. De todas formas, Ramírez recuerda que el mercado de la virtualización se encamina hacia entornos heterogéneos que precisan la colaboración entre todos los jugadores. Prueba de ello es que recientemente VMware ESX se ha convertido en el primer hipervisor certificado en Server Virtualization Validation Program (SVVP), un programa de Microsoft que ofrece soporte técnico a clientes que ejecuten Windows Server sobre software de virtualización que no sea de la compañía de Redmond.

El año pasado afirmó que en 2008 la virtualización se asentaría en el mercado español. Ya en la recta final del ejercicio, ¿cree que se han cumplido sus predicciones?

Claramente. Hoy en día puedes hablarle a un cliente sobre virtualización sin tener que explicarle previamente en qué consiste. Y aunque en España empezamos un poco más tarde que en otros países, ya existe un mercado totalmente establecido y se están adoptando proyectos importantes y cada vez más grandes.

Esa consolidación sobre todo queda patente en la virtualización de servidores x86. ¿Ya no hay nada más que hacer en ese segmento?

En el tema de los servidores, la tecnología ya es totalmente madura. Pero el capítulo no ha terminado ahí, sino que estamos continuamente innovando con más funcionalidades en torno a temas como la alta disponibilidad, los sistemas tolerantes a fallos o los centros de respaldo.

Y ahora el reto sería acelerar el ‘boom’ de los puestos de trabajo virtuales…

En los desktop también se han abordado proyectos importantes y se han comprobado sus ventajas en aulas de formación, call centers y entornos para desarrolladores. Pero la virtualización del escritorio no sólo atañe a nuestras soluciones, sino que conlleva otros temas y se hace preciso, por ejemplo, que aparezcan thin clients que soporten nuestra tecnología. Y lo cierto es que cada vez se van anunciando más terminales de este tipo, por lo que hay más variedad de funcionalidades a la hora de encarar proyectos. Aún hay muchas cosas que se están resolviendo, pero se va a un buen ritmo para lograr el establecimiento de la virtualización del escritorio.

¿Cuál sería el perfil de los ‘partners’ más adecuados para abordar estos proyectos en el desktop?

Nosotros no diferenciamos a los ‘partners’ en función del tipo de proyecto, pero sí es verdad que los interlocutores para la virtualización del ‘desktop’ suelen ser diferentes a los que han trabajado el entorno del servidor, lo cual está abriendo las puertas a muchos socios que hasta ahora no habían entrado en este mercado. Tenemos ‘partners’ muy centrados en servidores que no entran en el desktop y otros que sí, pero claramente es un área de especialización que requiere conocimientos distintos al entorno del servidor, lo que obliga a invertir para formarse en una nueva tecnología.

Ahora se habla continuamente de la virtualización de los servidores, de los puestos de trabajo, de las aplicaciones, del almacenamiento… Y parece que la mezcla de todas esas tecnologías ha derivado en lo que se conoce como ‘cloud computing’. Pero hace unos días, Gartner advertía de la confusión que existe en el mercado acerca de este concepto. ¿Cuál es la visión de VMware?

Como cada vez que algo se pone de moda, todo el mundo está analizando la manera de aproximarse a ese concepto y, dado que es algo que no está claramente definido, cada uno da su aportación. Básicamente, lo que nosotros entendemos por ‘cloud computing’ es lo que permite que un cliente, en un momento dado, pueda trasladar sus aplicaciones y cargas de trabajo, con facilidad, para que empiecen a correr en otro CPD que puede ser suyo o de un tercero. Desde el punto de vista estratégico, para VMware el ‘cloud computing’ es una iniciativa muy fuerte porque la virtualización consiste en desligarte del hardware, que es justo lo que permite trasladar aplicaciones de un sitio a otro con total facilidad.

El pasado mes, su compañía celebró una nueva edición de su conferencia anual. ¿Qué anuncio fue la estrella de VMworld 2008?

Hubo varios anuncios importantes, pero uno de los más destacados fue el desarrollo de Virtual Data Center Operating System o VDC-SO, es decir, un sistema operativo para el centro de proceso de datos. Gracias a esta solución, ya no habrá que estar pensando individualmente en cada servidor porque todo el conjunto de recursos del centro de proceso de datos podrá ser gestionado por un sistema operativo. Gracias a ello, con un único software podremos trabajar con sistemas tolerantes a fallos en x86, algo que hasta ahora resultaba muy caro de implementar. Además, VDC-SO permitirá ir hasta máquinas virtuales de 8 CPU, con mucha más memoria, así como gestionar mejor todo el tráfico de la red.

¿De qué forma puede convertirse este anuncio en una oportunidad de negocio para el canal?

Ahora mismo existen ‘partners’ con experiencia en servidores, otros más centrados en networking y otros especializados en almacenamiento. Desde el momento en el que exista un sistema operativo para gestionar todos esos ámbitos, cada uno de esos canales no sólo fortalecerá su especialización, sino que además podrá entrar en nuevas áreas de negocio para ofrecer una oferta global.

Microsoft siempre ha entendido la virtualización en x86 como una parte más del sistema operativo. ¿El lanzamiento de VDC-SO no supondrá acercarse a la estrategia de este fabricante?

Quizás la diferencia es que Microsoft tiene un sistema operativo de servidor y a lo largo del tiempo ha ido añadiéndole funcionalidades. Nosotros creemos que eso es una debilidad, porque todo lo que va engordando ese sistema operativo al final aumenta las vulnerabilidades y genera problemas de seguridad y rendimiento. Frente a ese modelo, que puede ser válido para alguien, desde VMware hemos hecho un planteamiento distinto porque apostamos por la fiabilidad, la seguridad y la robustez para manejar
no sólo los recursos de un servidor, sino los de todo el centro de datos. Por lo tanto, las propuestas de Microsoft y VMware son dos aproximaciones claramente distintas y nuestra visión tiene una fortaleza que permite conseguir sistemas tolerantes a fallos que hasta hace poco eran impensables en entornos x86.

Pero al final VMware ofrecerá un sistema operativo que dentro albergará un hipervisor, como Microsoft.

Cuando nuestro software va precargado en un servidor ocupa 32 megas, es decir, lo puedes guardar en una memoria flash. En el caso de Microsoft, estamos hablando de gigas. Dicho de otro modo, los dos ponemos una capa de software, pero la nuestra es más fina, robusta y eficiente frente a otra propuesta que a lo largo de los años ha ido metiendo cosas en un mismo saco y al final se convierte en algo inmanejable porque surgen muchas dependencias a la hora de innovar. Lo nuestro es un sistema operativo para el centro de proceso de datos, pero mucho más ligero y robusto y que además parte sin ninguna dependencia previa.

¿Y cómo ven el aterrizaje de Microsoft en el mercado de la virtualización?

No ha sido una sorpresa porque desde hace años venía anunciando que iba a entrar en este mercado. Microsoft tiene gran capacidad de desarrollo y gran potencia financiera, así que los clientes esperan que sea capaz de configurar una propuesta a la altura de esos recursos. Pero a día de hoy aún tiene que demostrar la robustez y funcionalidad de su solución. Obviamente, está en ello, pero de momento eso ya constituye un primer punto que hay que demostrar. En el momento en el que lo consiga, ya podremos empezar a establecer comparaciones entre Microsoft y VMware, dado que nuestra tecnología ya cuenta con una importante base instalada y es sinónimo de robustez.

Además, nosotros estamos ofreciendo un conjunto de funcionalidades como alta disponibilidad o la posibilidad de mover máquinas en caliente, algo que supone una gran diferencia con respecto a un hipervisor básico que sólo permite consolidar. Eso hoy en día constituye un tema diferencial en el mercado que los clientes valoran.

Pero Microsoft no es el único que se ha animado a entrar en temas de virtualización. ¿Qué pasa con otras propuestas que han irrumpido en el mercado recientemente?

Por decir nombres concretos, Oracle viene con un producto que ofrece vitualización, pero al final termina siendo una oferta de nicho, es decir, que si se salen un poco y quieren integrar su solución con productos de terceros, esa propuesta empieza a hacer aguas. Y es que en este momento la virtualización está conectando tecnologías, sistemas operativos y bases de datos de unos y otros. Se trata de entornos muy heterogéneos y desde una posición de nicho no se intenta integrar tecnologías diferentes, sino más bien lo contrario.

Citrix sería otro de los ejemplos. Este fabricante tenía fortalezas en un tipo de producto, Presentation Server, y en un momento dado ve una oportunidad y adquiere una compañía [XenSource] para integrar la virtualización en sus soluciones. Pero creo que Citrix está haciendo mucho más foco en la parte del ‘desktop’ que en la del servidor y siempre con sus propias herramientas y protocolo.

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